Aunque no lo creamos hemos tenido y tenemos la solución en nuestras manos. No me gusta hablar de lo que se podía haber hecho. Prefiero centrarme en lo que podemos hacer hoy o mañana pero, en este caso, voy a hacerlo porque creo que puede ser un ejemplo ilustrativo de cómo y por qué tenemos la solución en nuestras manos y no lo vemos.
Como todos los estudiantes españoles sabemos las becas Erasmus son unas becas concedidas para estudiar en otros países.
Fiesta, alcohol, alcohol, fiesta. Yo bebía de martes a domingo, se aprueba muy fácil, no he aprendido nada del idioma pero me lo ha pasado de puta madre. Este es, básicamente, el planteamiento de un estudiante Erasmus español.
Aprender un idioma, conocer otra cultura, hacer amistades en otros países, saber del funcionamiento de las universidades extranjeras para una convalidación de titulación. Todo esto, que debería haber sido el objetivo de un estudiante Erasmus, nos los hemos pasado los españoles por el forro.
¿A qué nos ha llevado esta actitud?
En 1.999 Robert Mundell recibió el premio Noble de economía por lo que el llamó "Zona monetaria óptima". Decía que en una zona de moneda única y con economías de estructura diferente, como es Europa, iban a darse diferencias en el ritmo de crecimiento. Ante esto, planteaba que se deberían cumplir dos condiciones para que dicha zona monetaria única funcionase de forma óptima. Una de esas condiciones era la libertad de movimiento de los factores productivos, sobre todo, trabajo (trabajadores) y capital.
Resumiendo. Para que Europa y su euro vayan bien los trabajadores deben poder trabajar en cualquier país de la zona euro.
Los estudiantes españoles hemos recibido dinero a través de las becas Erasmus para adquirir movilidad laboral por todo Europa y lo que hemos hecho ha sido gastarnos ese dinero en fiesta y alcohol, en alcohol y fiesta.
Si hubiésemos sido responsables habríamos colaborado a cumplir una de las condiciones de Robert Mundell (ayudando a nuestra economía) y no estaríamos en un 50% de paro juvenil.
A pesar de esto tengo mi confianza puesta en la juventud española, en mí mismo, en mis amigos y compañeros y en Europa.
Creo que entre todos vamos a conseguir salvar no solo la crisis económica sino también la crisis de valores en la que estamos metidos hasta el gañote.
En la próxima entrada hablaré sobre qué y cómo creo que debemos plantear esta salida.
Os dejo un vídeo que recomiendo veáis sobre algunos conceptos de los que hablo.
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