lunes, 30 de abril de 2012

Fracasando

Una de las capacidades que he desarrollado que me permite día a día seguir trabajando es la tolerancia al fracaso. Sería muy bonito acertar con todo lo que hacemos pero, por suerte, no es así. El fracaso es una parte muy importante del aprendizaje.

Podemos tomar dos actitudes ante un proyecto. La primera sería la siguiente. Tengo una idea, la desarrollo, no me sale bien, abandono. En la segunda sustituimos el abandono por "lo vuelvo a intentar". La cosa quedaría así. Tengo una idea, la desarrollo, no me sale bien, lo vuelvo a intentar, no me sale bien, lo vuelvo a intentar, no me sale bien, lo vuelvo a intentar.

De este modo nuestro éxito, en gran parte, va a depender de las veces que lo intentemos y no de lo inteligente que seamos o de la suerte que tengamos.

Recuerdo la primera campaña publicitaria que preparé cuando abrí el primer negocio. Después de una inversión de más de mil euros, diez mil folletos repartidos y horas y horas de trabajo el resultado fue una captación de siete clientes. Siete de diez mil es un poco penoso.

Cuando fracasamos en algo se genera en nuestro interior una emoción que nos nubla la vista, que no nos deja pensar con claridad. Si conseguimos gestionar bien estas emociones podremos evitar que nos limite y ponernos manos a la obra. ¿Qué quería conseguir con esto? ¿En qué he fallado? ¿Qué se puede mejorar?

Un problema mayor a fracasar y no tolerarlo es no llegar nunca a intentarlo. Si tenemos un proyecto, bien sea profesional o personal, y creemos que merece la pena intentarlo trata de aislar el miedo a que no salga bien e inténtalo. 


viernes, 27 de abril de 2012

Escuchando

Hoy día no es fácil saber lo que queremos ser. Tenemos multitud de opciones. ¿Qué estudio? ¿Hago un Master o busco trabajo? ¿Me voy a perfeccionar el inglés? Además existe gran presión social para que vayamos en un sentido y no en otro. Nuestros padres quieren que seamos médicos, ingenieros, abogados, etc. La publicidad se encarga de que queramos un iPhone, un Audi y una morena o moreno espectacular al lado. 

Si sumamos todo esto al final tenemos una pelotera en la cabeza que no nos deja ver con claridad. 

Para desenmarañar esto pienso que la mejor opción es escucharte. No escuches a tus padres. No dejes que la publicidad despierte deseos que te vayan a esclavizar. No hagas lo que los demás esperan que hagas. Simplemente escúchate. Existe algo dentro de nosotros por encima de la razón. Este "algo interno" te va decir si estás viviendo como lo que eres o no. 

Para poder llegar a ser quien realmente eres el primer paso es decir NO. Es muy común caer en el error de adaptarse a lo que hay y no luchar por lo que quieres. Puede llegar a ser más cómodo conformarse una vez llegado a un punto que seguir adelante. 

Si decides escucharte lo primero que, seguramente, te va a decir tu "algo interno" es NO. Plantéate una serie de preguntas. ¿Me gusta mi trabajo? ¿Vivo dónde quiero? ¿Estoy con la persona quiero estar? ¿Soy feliz? No pienses, no razones. Hay poco que pensar. Solo escucha y siente. Si la respuesta a estas preguntas es NO ya sabes que tienes trabajo que hacer. 

Yo siempre he tenido muy presente estas sensaciones y han guiado mi vida desde que puedo recordar. Cada vez las tengo más presentes y me doy cuenta de que no fallan. Es un camino duro pero muy gratificante mientras se hace y mucho más cuando se van consiguiendo algunos logros que te aproximan más a quien realmente eres. 

Creo que este anuncio ilustra muy bien esta idea. 

http://www.youtube.com/watch?v=M21QqpMnN5Q


domingo, 22 de abril de 2012

Persiguiendo un sueño

Estoy muy contento y agradecido por los comentarios que me llegan sobre las dos primeras entradas del blog. Me satisface mucho saber que he conseguido lo que me había propuesto. Saber que a algunas personas el hecho de leer estas dos primeras entradas le ha supuesto un poco de aire fresco en algún proyecto. Saber que han recibido el empujoncito que les quería dar para cumplir sus objetivos. 

Es imprescindible tener una idea o un sueño para poder convertirlo en un proyecto y que este proyecto se convierta en una carrera profesional, un negocio, un estilo de vida o cualquier otra cosa. Todo esto dependerá de esa idea o sueño original. Pero, al fin y al cabo, el proceso va a ser muy parecido. 

Tengo la suerte de vivir con una persona que en su día tuvo un sueño y que a día de hoy lucha con todas sus fuerzas para hacerlo realidad. Tengo la suerte de ver cómo poco a poco está cada vez más cerca de alcanzar ese sueño. Y tengo la suerte de respirar el ambiente que crea con su ilusión y su optimismo.

Hace poco más de un año se dedicaba a la topografía, trabajaba en la construcción de una urbanización. El trabajo no estaba mal pero se dio cuanta de que no era lo que quería. La idea de dedicarse a la cocina empezó a rondar por su cabeza. Siempre lo había tenido como afición pero nunca se había planteado hacerlo de manera profesional. A mí, cada vez que me decía que le encantaría ser cocinero, me faltaba tiempo para tocarle las palmas y animarlo a que lo hiciera. Cada vez lo veía más claro. Cada vez estábamos más convencidos de que si quería podía hacerlo. 

Se puso mano a la obra, o más bien a la olla, y empezó a convertir su sueño en un proyecto. Voy a buscar un curso. Después de mucho buscar lo encontró. Hizo este primer curso y le encantó. Este fue el punto de inflexión que le hizo pasar de topógrafo a cocinero. A partir de aquí su vida giraba entorno a su sueño, la cocina. 

Con su ordenador delante empezó a planificar. Este curso lo termino en septiembre. Quiero hacer otro y voy a hacerlo en la mejor escuela de Sevilla. Necesito ahorrar lo suficiente para pagar la escuela y para vivir durante el tiempo que esté estudiando. Haré las prácticas en tal restaurante. Cuando termine me gustaría irme a trabajar a tal sitio. 

A día de hoy se encuentra a mitad de camino para finalizar esta primera parte de su proyecto. Yo lo he visto trabajar y estudiar durante 90 horas semanales y no quejarse por nada. El primer trabajo que tuvo como cocinero fue en un restaurante familiar cobrando menos de 4 euros la hora. A él no le importaba. Lo importante es sumar decía. Se iba cada día a trabajar con una sonrisa y venía con otra más grande. Es admirable.

El siguiente paso que dio fue cambiar de trabajo. Salió con esa misma sonrisa de antes, su mochila llena de currículos y empezó a repartir. Antes de que terminara la tarde ya lo habían llamado para trabajar en la cocina de otro restaurante. Mejor horario, mejor sueldo, mejor ambiente. ¿Suerte? Yo diría que no. Más bien actitud. 

Por supuesto está consiguiendo ahorrar lo suficiente para vivir y pagar la escuela. Pero...si no hay trabajo, si la cosa está muy mal. Pues se ve que para él no lo está. 

Busca tu idea, tu sueño. Conviértela en un proyecto. Planifica, ponte objetivos. Ejecuta con optimismo e ilusión. Verás como, al igual que él, también lo consigues. 

Gracias Luisma por transmitirnos a todos tu felicidad. Mucha suerte y mucho ánimo. 


jueves, 19 de abril de 2012

Empezando

Una vez expuesta la razón de ser de este blog me gustaría empezar por contar a modo general mi situación pasada y actual en cuanto a la emprendeduría. 

Como ya dije en la entrada de ayer me estaba costando bastante en los últimos años adaptarme a cualquier trabajo por cuenta ajena. Esa falta de adaptación fue la que me llevó a abrir lo que en un principio fue una consulta de Fisioterapia con objetivo autoempleo y que hoy día en un Centro de Bienestar con seis empleados y varios servicios. 

El comienzo fue muy sencillo. No estoy bien en este trabajo. Tengo que salir de aquí. ¿Qué hago? Montar una consulta de Fisioterapia. Buscar un local, prepararlo y empezar a buscar pacientes. En los inicios compaginaba el trabajo por cuenta ajena durante las mañanas en una piscina dando clases de natación terapeútica con dos tardes atendiendo a pacientes. Tenía bueno horario. Trabajaba de 8 a 14 y dos tardes. Ganaba unos 2000 euros al mes y tenía 22 años.

 ¡Anda! ¡Qué bien! Pues no. 

El dinero se gasta. La satisfacción que da luchar por algo y conseguirlo siempre está ahí.

Fruto del buen hacer el número de pacientes fue aumentando y decidí dejar el trabajo de las mañanas aunque no llegaba a ganar lo que ganaba con la suma de los dos. El siguiente paso fue una encendida de bombillas de esas que me suelen dar a mí y que no sabes por dónde van a salir. Voy a pasar del autoempleo a montar un negocio. ¿Qué tengo que hacer? Formación. Busqué un curso de Administración y Gestión de Pymes y empecé a rodar. Contraté a una Fisioterapeuta y me dedicaba a estudiar, gestionar, tratar pacientes, limpiar, ir al banco, pintar las paredes, recoger folletos, buscar una agencia de publicidad, hacer cuentas y más cuentas...

Gracias de nuevo al buen trabajo de Rosa (la Fisioterapeuta) vimos aumentado mes a mes la facturación. Otra bombilla. Más servicios. Ten cuidado, estamos en crisis, piénsalo bien, vas a tener que contratar más gente, con tantos sueldos no se levanta un negocio...Me llovían los "pero", los "ten cuidado". Aun así seguía en mis treces. Buscamos varios profesionales de distintas áreas de la salud. 

Nuestra facturación seguía creciendo. Seguíamos ampliando en aparatología, en personal, en servicios. A día de hoy hemos tenido unos meses en los que hemos visto disminuida nuestra facturación por varios motivos. Nos hemos sentado, hemos pensado, hemos trabajado duro y parece ser que empieza la remontada. Esperamos que así sea. 

Así contado parece algo fácil. Y lo es. 

De este modo pasé de trabajar por las mañanas en una piscina a dirigir un negocio con seis empleados y con expectativas de crecimiento. Sin experiencia, con 22 años, dejando atrás 2000 euros mensuales y en plena crisis. 

Ha sido un camino bastante duro. Lo que queda tiene pinta de seguir siéndolo. Pero, insisto, es muy fácil. Hay que trabajar pero es muy fácil. Lo único que tienes que hacer es pelear con todo lo que tengas por lo que quieres. Así lo conseguirás. 

Mi agradecimiento a todos los que formáis o habéis formado parte de PuraVida y que hacéis, con vuestro esfuerzo, que sigamos creciendo. 




miércoles, 18 de abril de 2012

Compartiendo experiencias

La idea principal de compartir mis experiencias en este blog es ayudar a cambiar el clima que se vive actualmente en nuestro país. Me duele bastante ver como a amigos y compañeros no les queda otra alternativa que salir de España para buscar un trabajo acorde con las expectativas que tienen. La falta de oportunidades que se percibe hoy día me provoca bastante malestar y es por ello que voy a intentar colaborar para que eso cambie.

Creo que una buena forma es compartiendo mi experiencia como emprendedor. Emprender está de moda. Emprender puede ser una alternativa. Emprender es duro. 

Mi padre me cuenta que de pequeño cuando un familiar me mandaba a comprar algo y me daba 20 duros como "sueldo" yo le apuntaba lo que fuese a mi hermano pequeño en un papel y le daba 10 duros. Así me quedaba en mi casa y con otros 10 duros. Esto más que de emprendedor es de ser flojo pero bueno, montar un ETT con 8 años, tu hermano pequeño de 5 y 20 duros no está mal. 

Después empecé a trabajar por cuenta ajena gracias a mi madre. A la edad de 15 años me "obligó" a servir en un catering y desde entonces no he parado de hacer lo que fuese. Peón de albañil, paletizador (poner cajas en un palé), socorrista, camarero, monitor de natación, etc.

Con el paso del tiempo cada vez me costaba más integrarme en cualquier empleo hasta que a los 22 empecé a trabajar por mi cuenta como Fisioterapeuta. A día de hoy, casi cinco años después, dirijo junto a mi socio y amigo Jesús García una empresa dedicada a la salud que cuenta con distintos servicios, seis empleados y que atiende a unas doscientas personas todos los meses. Tenemos expectativas de crecimiento. De hecho tenemos proyecto de nueva apertura para el mes de Mayo. 

Desde mi punto de vista la crisis económica que hemos vivido ha sido el mayor y mejor aliado que he tenido para emprender. Claro está que las estoy pasando "canuta" porque no veo un duro desde hace mucho tiempo pero ha sido un gran estímulo para dar lugar a un hervidero de ideas para ajustar costes, aumentar cuota de mercado, diseñar nuevos productos, etc. 

Si decides marcharte de España a buscar un trabajo suerte. Si decides quedarte y pelear por levantar todo esto suerte. Busca la oportunidad, plantéate objetivos y da el máximo por conseguirlos. 

Gracias a mis padres por estar siempre y por hacerme ser lo que soy.