Hace cuatro o cinco años decidí iniciar el trabajo por cuenta propia. En un local prestado hicimos una cabina en la que coloqué una camilla y un escritorio y empecé a rodar. A día de hoy esta andadura se ha convertido en un centro dedicado a la salud con distintos servicios.
Durante este mes me enfrento a un nuevo reto. En primer lugar surgió la idea, después se planificó. Ahora toca la preparación del local. A mí me gusta participar en el proceso de creación de un nuevo negocio de cabo a rabo. El trabajo desde el inicio te da una perspectiva distinta de las cosas.
Cuando pides prestada una furgoneta, vas a comprar los materiales, te remangas y te pones manos a la obra cada paso se convierte en una gran satisfacción. Cada golpe que te das montando, cada gota de pintura que después te cuesta quitar de las manos me hace sentir dueño de mi vida. Me hace recordar que si luchas por ello, al final, consigues lo que quieres.
Una vez que tengamos preparado el local empieza la siguiente y más emocionante fase de este nuevo reto. Hacer que funcione. Convencer a los clientes de que eres el mejor. La nueva consulta estará en el parque empresarial Nuevo Torneo. Cuando he comentado cual sería el lugar he oído consejos como "eso está muy lejos", "pero allí me han dicho que hay muchos sitios cerrados" o "con los tiempos que corren veremos a ver". Evidentemente, mi modo de ver las cosas no es ese.
Me he propuesto hacer durante las próximas nueve semanas una media de veinticuatro consultas semanales. Con esto creo que tengo suficiente para poder ir corriendo con los gastos que tengo y espero poder ir a tomarme también algunos caracoles. Estoy seguro de que voy a conseguir este objetivo y, probablemente, lo supere y hasta pueda irme de fin de semana a la playa.
Este tipo de incertidumbre, el no saber lo que puede pasar, es lo que hace que se generen ideas. Cuando tenemos la barriga llena la cabeza va despacio. En cambio, cuando pasamos hambre, va muy deprisa. Debemos salir del acomodamiento del sueldo y el horario fijo. La gente joven, los universitarios, no podemos optar únicamente a conseguir un buen trabajo en una buena empresa. Tenemos que crear.
Te animo a retarte. Piensa. ¿Qué es lo que yo quiero hacer? ¿Qué ideas tengo? Adelante con ellas.
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